Uno de los grandes problemas de la sociedad actual es que hay una gran falta de previsión a la hora de ahorrar dinero. Muchas personas viven prácticamente al día y apenas ahorran nada. Sin embargo, los problemas siempre llegan, y solo las personas que tienen un fondo de emergencia son capaces de sobrellevar estos periodos con mayor tranquilidad y facilidad.
En este artículo te contaré qué es un fondo de emergencia, por qué deberías tener uno y por supuesto, cómo crearlo.
Contenido del artículo
Qué es un fondo de emergencia y para qué sirve
Un fondo de emergencia es una cantidad de dinero apartada del resto de tus ahorros que sirve para cubrir los gastos urgentes que puedan surgir en el día a día, por ello muchos lo asimilan a un salvavidas.
La característica principal de los fondos de emergencia es que son, como su propio nombre indica, para emergencias. Es decir, con este dinero solo debes cubrir los gastos imprevistos e ineludibles que pudieran surgir por un imprevisto,
Un ejemplo que sirve para ilustrar el uso del fondo de emergencia es una avería en el coche, que en caso de ser urgente sí podría ser cubierta con el fondo. Pero un cambio de neumáticos, una revisión o una puesta a punto no se deben costear con el dinero del fondo, pues se entiende que no te cogen por sorpresa.
¿Por qué es importante tener un fondo para emergencias?
No hace falta comerse mucho la cabeza para entender que un fondo de emergencia es clave para la estabilidad financiera de cualquier persona, pero ¿por qué tiene tanta importancia? Estos son los principales motivos:
- Paz mental: en esta vida el dinero es la causa y solución de la mayoría de los problemas que puede tener cualquier persona en su edad adulta. Tener un colchón financiero que te ayude cuándo más lo necesitas da bastante tranquilidad, algo que sinceramente, no tiene precio.
- Evita endeudamientos innecesarios: si no dispones de un fondo de seguridad para costear imprevistos, cuando estos lleguen (porque llegarán), tendrás que echar mano de algún crédito o préstamo rápido para poder costearlos. Esto no solo te ata y crea obligaciones financieras, sino que acabarás devolviendo más dinero del que pediste.
- Crear proyectos: cuando creas tu fondo de emergencia y tienes excedentes puedes plantearte emprender nuevos proyectos que te permitan crecer más.
- Inversiones a largo plazo: si inviertes parte de tu capital y tienes un imprevisto no tendrás que vender tus activos para atender tus necesidades, es decir, no tendrás que desinvertir, algo que puede ser muy perjudicial a largo plazo.
Cuánto tener de fondo de emergencia
Una de las preguntas que seguro que te estás haciendo ahora mismo es cuánto dinero necesitas guardar en tu fondo de emergencia, ¿verdad? Lo cierto es que no hay una cifra fija a la que todo el mundo deba adaptarse, sino que los expertos recomiendan que guardes un mínimo de 3 a 6 meses de tus gastos fijos.
Por ello, el primer paso es calcular cuáles son tus gastos mensuales imprescindibles, pues aunque la luz y el agua no son gastos fijos, son necesarios para poder hacer vida normal. Imagina que haciendo la suma da un total de 750 € al mes en gastos.
En ese caso tu fondo de emergencia debe ser de entre 2.250 € y 4.500 €. Si tienes dudas sobre qué cantidad escoger, siempre será preferible tener un fondo de seguridad más amplio, aunque luego no necesites tanto dinero. Además, debes tener en cuenta otros factores, como por ejemplo si tienes personas a tu cargo.
De este modo, si quisieses crear un fondo de emergencia de 4.000 € solo tendrías que ahorrar hasta alcanzar esa cantidad. El tiempo que tardes en llegar a ella dependerá principalmente de cuánto puedas ahorrar al mes. Por ejemplo, si ahorras 400 € mensuales solo tardarás 10 meses, pero si solo puedes ahorrar 100 € te tomará 40 meses.
Por supuesto, cuanto antes generes tu fondo de emergencia mejor, pero no te preocupes si parece un objetivo muy lejano. A medida que ahorres puedes intentar reducir tus gastos y/o aumentar tus ingresos, de modo que puedas aumentar las contribuciones que haces al fondo.
Como crear un fondo de emergencia
Para crear un fondo de emergencia, es importante seguir algunos pasos clave.
En primer lugar, establece un objetivo de ahorro. Calcula cuánto dinero necesitarías para cubrir tus gastos básicos durante al menos tres meses. Ten en cuenta tus gastos mensuales, como vivienda, alimentación, transporte y servicios. Este objetivo te ayudará a determinar la cantidad de dinero que debes ahorrar y te motivará a alcanzarlo.
Una vez establecido el objetivo, haz del ahorro una prioridad. Define un monto fijo que puedas destinar cada mes a tu fondo de emergencia y asegúrate de separarlo antes de gastar en otros gastos no esenciales. Puedes automatizar este proceso configurando una transferencia automática desde tu cuenta principal a una cuenta de ahorros específica para tu fondo de emergencia.
Otro aspecto importante es mantener tu fondo de emergencia separado de tus otras cuentas. Esto evitará que lo utilices para gastos no urgentes o innecesarios. Abre una cuenta de ahorros exclusiva para tu fondo de emergencia y evita enlazarla con tarjetas de débito o cheques. Así, estarás menos tentado a utilizar esos fondos para otros fines.
Por último, revisa y actualiza regularmente tu fondo de emergencia. A medida que cambien tus gastos mensuales o tus ingresos, es posible que necesites ajustar la cantidad que estás ahorrando. Además, si utilizas parte de tu fondo de emergencia, asegúrate de reponerlo lo antes posible para mantenerlo a un nivel adecuado.
Dónde guardar el fondo de emergencia
Por último, una de las cuestiones más relevantes sobre tu fondo de seguridad es el lugar donde guardar este dinero. Recuerda que se trata de un fondo de emergencia para gastos urgentes, por lo que debe ser un lugar seguro y donde la disponibilidad sea inmediata.
Con esta descripción lo más probable es que hayas pensado en tenerlo en efectivo, ya sea debajo del colchón, detrás de una pared o en una hucha. Sin embargo, no es la solución más adecuada, ya que bajo mi punto de vista tiene 2 problemas:
- En caso de robo perderías todo el dinero y no habría ninguna entidad que te compensase por ello.
- No tienes forma de sacarle rentabilidad (por pequeña que sea).
Por ello, lo ideal es mantener el dinero en algún tipo de cuenta bancaria o producto financiero que te ofrezca seguridad y una pequeña rentabilidad, pero que también te permita sacar el dinero cuando lo necesites sin tener que esperar a que se cumpla un plazo.
Cuenta corriente remunerada
En este sentido, creo que la mejor opción disponible a día de hoy para ahorrar en un fondo de emergencia es una cuenta corriente remunerada (una distinta a tu cuenta corriente habitual). De esta forma tendrás siempre un colchón financiero mínimo del que tirar en caso de necesidad.
Estas cuentas se caracterizan por ofrecer una rentabilidad determinada a sus usuarios, generalmente menor al 1 % aunque en los primeros meses puedes ver una rentabilidades interesantes, principalmente como herramienta de reclamo para los clientes.
Además, en la mayoría de los casos son cuentas libres de comisiones, por lo que solo tienes que preocuparte de hacer transferencias mensuales y esperar a que el colchón vaya creciendo poco a poco.
Por último, una vez que ya eres capaz de tener un fondo de emergencia, quizás tu siguiente paso sea lograr la libertad financiera, algo más complicado pero que mucha gente logra con paciencia y disciplina.